El tesoro que encontré en FIDMA 2023

Quizás pienses que en estas líneas voy a explayarme y contarte todo lo que FIDMA 2023 ha sido a nivel profesional. Si es eso lo que deseas y esperas, me temo que te voy a defraudar. 

Porque hoy prefiero hablarte de algo que me llevo, que es mucho más potente que los contactos profesionales o el haberme puesto al día con el estado de varios sectores que me interesan.

Me llevo… redoble de tambores, por favor, tachán, tachán…. personas. 

Siento si esta palabra te provoca decepción. 

La verdad es que a mí me entusiasma. 

Los últimos 40 años me han llevado a la conclusión de que no hay negocio exitoso posible, no hay gran profesional que no sea una grandísima persona primero. 

Así que no te voy a hablar hoy de los profesionales excelentes que he tenido oportunidad de conocer.

Sí, te voy a contar algunas cosas sobre las personas con las que me he cruzado. No el detrás de las cámaras que se suele hacer en redes, sino el después de la jornada “Mujer, Salud y Empresa. El reto de un liderazgo saludable” que organizó la asociación Mujeres de Empresa. 

Porque allí, ese jueves 10 de agosto de 2023, vi algo que deseaba ver desde hace mucho tiempo: mujeres brillando juntas.

Vi reencuentros entre amigas que llevaban tiempo sin verse, alegría genuina por el reencuentro, compartir escollos en el camino y problemas acuciantes que encontraban escucha atenta y sugerencias pertinentes del otro lado, manos tendidas con amabilidad y cariño. 

También admiración por las que estaban delante y celebración sincera de los logros de las compañeras. 

Sentí en mi propia piel cómo están de pendientes de quienes acabábamos de llegar al grupo, cómo el círculo se ensanchaba para darnos cabida, con naturalidad y amabilidad. 

Miraba a todas esas mujeres inmersas en el baile que siempre se pone en marcha después de un evento, ese vals suave en el que cambiamos de pareja y de círculo y vamos creando caleidoscopios espontáneos al avanzar de un lado al otro de la sala. 

Las miraba y las admiraba. 

Sentía que las conocía mucho y desde hace mucho porque había leído sobre sus trayectorias en el directorio de Mujeres de Empresa. 

Sabía que cada una de ellas tiene detrás un recorrido profesional, serio, extenso, avalado por años y resultados y cientos de testimonios. 

Y por supuesto me asaltó la duda: ¿qué hacía yo allí, entre tantas profesionales reconocidas? ¿Quién soy yo para estar a su lado?

Fue entonces cuando caí en la cuenta de que tenía algo que ninguna de ellas había tenido. 

Yo tenía a mi disposición toda su sabiduría y su experiencia juntas. 

Así que, ¿quién soy? 

Soy quien se atreve a hacer su propio camino al andar mientras tengo al lado los ejemplos de tantas otras que ya están dejando su huella en el mundo. 

Quien ya sabe que los cuentos populares de mi infancia decían la verdad: hay quienes crecen en 1 día, lo que otros en 1 año.

Los cuentos nunca me dijeron el cómo ocurría eso y lo tuve que descubrir por mi cuenta. 

A lo mejor por eso me llevó 40 años. 

El secreto del crecimiento está en rodearse de las personas adecuadas, las que impulsen tu avanzar, las que saben más, las que ya han pasado por ello, las que han superado los obstáculos a los que tú estás por enfrentarte. 

Para mí, para las mujeres que desean tener empresas exitosas en Asturias, la elección es clara: Mujeres de Empresa.